Una de mis grandes obsesiones es buscar fotos y vídeos sobre casas en los árboles. No puedo evitarlo, son algo así como mágico. Desde pequeña tener una (por pequeña que fuera) ha sido uno de mis sueños (no realizados por el momento) que algún día se cumplirá (claaaaaaro).
Lo mejor es que aquí si que vuela la imaginación y podemos encontrar desde casitas del terror hasta barcos pirata con bandera. Ah, y diseños futuristas. Recuerdo un programa que vi en el que construían estas casitas y tenían que montar una con un estilo muy zen en el patio de la casa de una señora. Resumiendo, tuvieron que estar unos varios días trayendo a chamanes a que bendijeran la zona porque era demoníaca. Sí, defectos de fábrica, el cadáver en el armario del que el vendedor no habla para vender la casa. Pero es que ya no hablamos de una casa, sino de una súper casa en un súper árbol. Y es que sí, se les puede llamar "súper casas", porque hay algunas que son verdaderamente enormes.
No sé si será la naturaleza en sí, ese toque hogareño que hace sacar tu lado más primario y cálido, pero la verdad es que me fascinan.
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